Rabietas infantiles
Rabietas infantiles
¿Por qué los niños tienen rabietas?
Cuando hablamos de rabietas todos nos imaginamos a un niño llorando y pataleando en el suelo del supermercado.
Montando tal escándalo que todo el mundo lo mira y nos mira a nosotros, los padres, generando cierto sentimiento de vergüenza y descontrol de la situación.
Es importante tener en cuenta, en estas situaciones, que los niños no saben gestionarlo y en realidad no lo hacen para molestarnos o enfadarnos.
Simplemente, es su única manera de expresar su enfado, la rabia, su disconformidad o la frustración.
A tan temprana edad, aún no han adquirido el control de las emociones ni el lenguaje que les permita expresarlas de otro modo.
Entre los 2 y los 3 años las rabietas suelen ser más frecuentes, después, poco a poco van disminuyendo. Un niño de 6 años también puede tener una, pero no suelen ser tan reiterativas.
Las rabietas surgen cuando el niño quiere llamar nuestra atención, por los celos hacia un hermano, cuando no le damos lo que quiere (un juguete, una golosina etc..), cuando quiere hacer algo por el mismo y no lo logra, cuando quiere participar en algo y por su edad no puede.
¿Qué hacer cuando un niño tiene una rabieta?
Estos consejos te ayudaran a gestionar mejor las rabietas de tus hijos:
Comprensión: Lo más importante es recordar, en esos momentos, que el niño no tiene ese comportamiento por gusto o por fastidiar sino porque no sabe gestionarlo de otro modo. Es su forma de expresar su rabia, su frustración, su malestar.
No ceder a la rabieta: Cuando tu hijo tenga ese tipo de conducta, si obtiene lo que él quiere, va a entender que puede utilizar el llanto y los gritos para conseguir sus objetivos. Se producirá una asociación entre rabieta y recompensa.
Mantener la calma: Debes intentar permanecer tranquilo, aunque interiormente, estés muy nerviosos.
Tu paciencia y calma ayudará a tu hijo a salir de ese estado.
Ignorar el comportamiento: Es esencial que la intervención se produzca cuando tu hijo esté tranquilo. Mientras llore y grite no tendrá tu atención.
Si estás en la calle, puedes sentarte en algún sitio a la espera de que se calme.
Dialogar con él: Cuando esté calmado habla con él. Puedes intentar aportar una explicación al comportamiento que ha tenido y quizás proponerle otras alternativas para la próxima vez que se sienta desbordado emocionalmente.
Nuestra conducta: Es importante que te agaches para ponerte a su nivel y poder mirarle a los ojos mientras hablas con él. Los gestos deben ser suaves y tu cara debe mostrar comprensión y empatía.
Reconocer las emociones: Puedes empezar enseñándole a identificar las emociones que está sintiendo para que él mismo entienda cuando esta enfadado o triste y aprenda a gestionarlo de otro modo.
No dudes en pedir más información llamando al 334 924, por WhatsApp al mismo número o por email: albinoferreira.tania@gmail.com