Ataques de pánico

Ataques de pánico

Un ataque de pánico es la respuesta de tu cuerpo y de tu mente frente a una sensación de miedo, malestar intenso. Esta reacción puede durar unos minutos y puede ser esperada e inesperada. 

• Inesperado: cuando no hay ningún indicio de que se va a producir el ataque. 

• Esperado: cuando tienes un síntoma leve que te indica que va a surgir el ataque o cuando te enfrentas a una situación donde habitualmente sueles tener ataques.

Las crisis de pánico recurrentes desencadenan comportamientos destinados a evitar lugares o situaciones que puedan generar un ataque. 

Por ejemplo, si tuviste un ataque de pánico en el cine, puede que hayas asociado el cine con un sitio que te produce malestar y por lo tanto dejes de ir para evitar volver a tener una crisis. 

Estos comportamientos de evitación pueden derivar, con el tiempo, en fobias. 

Por consiguiente, empezarás a reorganizar tu vida en función de los lugares o situaciones en las que se han producido los ataques.

¿Qué hacer en caso de un ataque de pánico?

• Cuando empieces a notar los primeros síntomas puedes intentar desplazarte a un lugar más tranquilo, donde no sientas la presión de las miradas ajenas. 

• Es importante que no pierdas el control de tu respiración para no acabar hiperventilando. 

La técnica de la respiración diafragmática te ayudará a contrarrestar los síntomas y a relajarte. 

Una bolsa de papel puede ayudar, pero es verdad que no siempre la llevamos encima.

• Intenta distraer tu mente hacia pensamientos positivos y relajantes. 

• Busca la ayuda de un profesional para que juntos podáis entender el origen, el desencadenante de los ataques. 

Desde el centro de atención psicológica Tania Albino puedo proporcionarte la ayuda que necesitas.